El orgasmo es una de las fases de la respuesta sexual de los seres humanos. Cómo y cuándo se produce.
Nadie nació sabiendo de sexualidad; todo se aprende: desde besar hasta la colocación del preservativo, e incluso cómo llegar al más intenso de los orgasmos. Y mientras la teoría es una parte necesaria de todo aprendizaje, en este caso también es muy importante la parte práctica.
Según el Índice de la Función Sexual Femenina (FSFI), realizado en 2018 por la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH) y Erotique Pink, sólo el 53% de las mujeres encuestadas afirman alcanzar siempre el orgasmo o clímax y sólo el 38% asegura que “no les es difícil” alcanzarlo. Además, se calcula que en Argentina el 20% de las mujeres posee anorgasmia, es decir, la “ausencia o insuficiencia de orgasmo sexual”.
Pero lo cierto es que la dificultad de llegar al orgasmo es una cuestión que abarca a todos los géneros, aunque se haya escrito tanto en los últimos años sobre el orgasmo de la mujer. Hombre, mujer, trans, lesbiana, gay, o lo que decidas ser, lo cierto es que el orgasmo es un momento de placer altísimo (muchas veces vinculado a la felicidad) que nos une a todos los seres humanos.
Y para saber más acerca de este fenómeno llamado orgasmo, debemos preguntarnos primero cómo es que se produce y si existen varios orgasmos posibles.
Sólo el 53% de las mujeres encuestadas afirman alcanzar siempre el orgasmo o clímax. Foto: ilustración Shutterstock.
¿Qué es un orgasmo?
El sexólogo Patricio Gómez di Leva cuenta que “el orgasmo es una de las fases de la respuesta sexual”. ¿Qué implica una respuesta sexual? En ambos sexos, involucra un aumento del ritmo cardíaco.
Luego, en el caso de los hombres, el pene se llena de sangre y aumenta considerablemente su tamaño, conformando lo que llamamos una erección. En el caso de las mujeres, se dilata la vulva y se humedece la vagina, a causa de ese aumento de irrigación de sangre en sus paredes.
En su trabajo pionero sobre la fisiología del coito, escrito en el libro “Respuesta Sexual Humana” (1966), Masters y Johnson, dividieron la respuesta sexual en cuatro fases: fase de la excitación (que se manifiesta en la mujer con la lubricación vaginal y en el hombre comúnmente con la erección), la meseta, el orgasmo y la resolución.
Cualquiera sea tu género, la excitación es la puerta hacia el orgasmo.
¿Cómo se reconoce un orgasmo?
La sensación de “pérdida del control”, un aumento considerable de las pulsaciones (desde 70 a 80 a 150 pulsaciones por minuto) y la presión sanguínea (de 120 hasta 250 mmHg en el clímax) y la respiración más agitada, son algunas de las señales a las que debemos atender. Además, se producen contracciones rítmicas en la zona perineal y el rostro puede enrojecerse.
Pero, como decíamos al principio, nadie nace sabiendo. Y por mucho que digan los libros, ante el despertar sexual, las primeras veces, un orgasmo se reconoce porque, al ocurrir, sentimos que estamos ante algo único, nunca antes sentido. Y luego, perseguimos ese estado por el resto de nuestras vidas.
La alorgasmia es fantasear con otra persona durante el sexo. Imagen ilustrativa Shutterstock.
¿Existen varios tipos de orgasmos?
Antiguamente se creía que había dos tipos de orgasmo en el caso de las mujeres: el vaginal y el clitoridiano. Según la licenciada Cecilia Ce, autora de Sexo ATR y Carnaval toda la vida, esa creencia es un mito y lo que en realidad varía es el tipo de estimulación y la intensidad de las sensaciones.
Pero señala que fragmentar el orgasmo en “tipos” confunde más que otra cosa, porque “el orgasmo no tiene género”. Además, Cecilia Ce coincide en que, en el caso de las personas con vulva, para alcanzarlo deben tener “la estimulación adecuada, durante el tiempo necesario sumado a un estado mental relajado y facilitador”.
Es ciertos es que seas hombre, mujer o lo que seas, la excitación, la lubricación natural, las contracciones pélvicas, la desinhibición física y dialéctica ocurre en todos los seres humanos. Pero en el caso del hombre, el orgasmo se hace más visible porque, en medio de la erección, el mismo se produce con la eyaculación: esto es, cuando en medio del clímax, los espermatozoides son expulsados del pene.
Hay quienes cuentan del orgasmo prostático (que se produce por estimulación anal), o del orgasmo en seco (cuando los espermatozoides no salen) y se siguen estudiando sensaciones y éxtasis. Pero lo cierto es que, cuando ocurre, uno lo “sabe” porque acaba con todo. Y da un placer único y, por lo general, un momento de alta felicidad.