Lugares de tu cuerpo, que al tocarlos, te despiertan suspiros y disparan el goce del encuentro con otra persona ¿Te suena? ¿Conocé más del tema, y animate a experimentar.
Besos en tu nuca. Caricias en el pecho, roces en las piernas… Un manojo de sensaciones que despiertan el fuego del encuentro sexual, que no necesita de la genitalidad para ser tal.
Y allí aparecen las denominadas “zonas erógenas”, partes del cuerpo que por su sensibilidad provocan sensaciones de placer al ser estimuladas, dado que en ellas se acumulan muchas terminaciones nerviosas.
Y si bien existen zonas de placer sexual afines o que se repiten para muchas personas, no tenemos un chip, ni somos unos/as iguales a otros/as. Algo que hace aún más interesante el encuentro sexual, a la hora de descubrir juntos ese toque especial que nos hace vibrar.
En síntesis se llaman zonas erógenas todas aquellas partes del cuerpo (que incluye los genitales, pero no de manera excluyente) cuya estimulación tiene por finalidad generar excitación y placer sexual.
Conocé tus propias zonas “hot”
Según apunta la especialista diplomada en sexualidad, y directora de Erotique Pink, Francesca Gnecchi,”es muy bueno poder conocer nuestras zonas erógenas en el cuerpo, porque hay personas que tienen esa sensibilidad en partes que quizá no son tan comunes, además no en todos los cuerpos van a ser las mismas zonas. De esa manera si te conocés y sabés lo que te gusta a la hora del sexo, se lo vas a poder comunicar al otro y disfrutar a pleno”, aconseja.
El órgano sexual más grande con el que contamos es la piel, y es esa misma y sencilla “funda” la que se nos eriza y sensibiliza con el toque justo en esos momentos de intimidad y adrenalina. Algo que no es obvio, pero que, si lo pensamos bien, debería serlo…¿Cómo lograr el goce sin ese contacto que motoriza el disfrute?. Así lo sustenta la especialista, ya que como bien fundamenta “¿cuántas veces la obviamos por pensar que el encuentro sexual y el placer es igual a genitalidad? Hay que entender a la sexualidad como un universo de opciones en donde lo genital sólo es una parte de algo mucho más grande y diverso”.
Aclarado esto es bueno preguntarse ¿Cuál sería la zona erógena más importante? “El cerebro”, apunta Gnecchi: “le damos poca importancia porque nos enfocamos en la parte genital (casi privativamente) sin pensar en el cerebro y cómo estimularlo para el placer”.
Fantasías, “ratoneo” (en la jerga común) y entender a la piel como el gran vehículo para descubrir tus zonas erógenas, son piezas claves para descubrir y descubrirte, más allá de lo obvio.
Disfrute candente
Si bien como puntualizó la especialista “cada cuerpo tiene sus propias zonas erógenas (más o menos curiosas) hay partes que en general son comunes a muchas/os. Según la especialista, “la cara interna de los brazos y piernas, las muñecas, el cuello, los lóbulos de las orejas, la cabeza, los muslos, los pies…entre otros”.
Si vamos a algunos más hot, “la zona del perineo, entre el ano y la vagina en las mujeres, y entre el ano y los testículos en ellos son zonas súper erógenas. También la cola, las nalgas, el denominado ‘monte de venus’, que forma parte del órgano sexual femenino (se localiza encima de los labios y normalmente está cubierto de vello púbico), o los labios por nombrar sólo algunos”.
Y vos…¿Con qué vibrás?
La revista internacional de neurociencia Cortex, después de una prolija investigación (abril 2014), demostró que las mujeres son más sensibles a determinadas zonas erógenas que los hombres aunque comparten la gran mayoría de ellas.
Los investigadores asignaron a las zonas erógenas una puntuación de 0 a 10 y constataron valores que en las mujeres fueron: para el clítoris (9,1), vagina (8,4), labios (7,9), cuello (7,5), pechos (7,3), pezones (7,3), parte interna de los muslos (6,7), nuca (6,2), orejas (5) y glúteos (4,7).
En los hombres la puntuación fue: pene (9), labios (7), testículos (6,5), parte interna de los muslos (5,8), cuello (5,6), pezones (4,8), periné (4,8), nuca (4,5) y orejas (4,3).
Pero a pesar del esfuerzo científico realizado por definir y clasificar las zonas del cuerpo que más excitación sexual provocan, la zona erógena por excelencia resultó ser, como ya apuntamos, la mente.
Los especialistas señalaron que la respuesta sexual en las mujeres está más asociada a recuerdos, fantasías y sensaciones ligadas a su parte emocional y táctil, mientras que en los hombres está más vinculada a imágenes visuales.