La historia se escribe sobre los márgenes del sexo y las drogas. A veces aliados, a veces enemigos, las drogas y el sexo forman parte del convoy de grandes tópicos de la humanidad. Y, durante los últimos años más que nunca, el cannabis se ha colado entre las tertulias, las bacanales, el goce y la carne sobre carne.
Hay resultados científicos que marcan mejoras y hay, también, experiencias que alientan a mantener cierta cautela: el porro en las relaciones sexuales, administrado en forma ecuánime, puede traer algunos beneficios. Y, en su reverso, de forma excesiva, puede causar algunos problemas.
Sin embargo, para desentrañar algunos misterios sobre el tema, Francesca Gnecchi, periodista diplomada en Sexualidad Humana por el Centro de Estudios de la Sexualidad de Chile, diplomada en género y movimientos feministas por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, autora del libro El camino del sexo (Ediciones B) y directora de Erotique Pink (la primera boutique erótica con perspectiva de género de la Argentina) se erige como la voz de la experiencia.
Y dice: “Todas las drogas tienen riesgos y posibles efectos secundarios. El cannabis, también”, avisa Gnecchi a El Planteo.
Aquí van, entonces…
UNO. ¿El porro mejora o empeora las experiencias sexuales?
“El tema tiene que ver con la cantidad, con la dosis. Una dosis baja puede ayudarnos. Y una dosis alta, a menudo, puede que no sea tan efectiva. Una dosis baja es como cuando se consume alcohol: uno puede tener una dosis baja de alcohol y hace que se esté menos estresado, menos ansioso, más relajado. Y eso nos puede ayudar. Pero con una dosis alta, no. Y con el cannabis pasa lo mismo: una dosis alta puede ser contraproducente. La cantidad varía según la persona”.
DOS. ¿Qué cuestiones son importantes a la hora de mezclar porro y sexo?
“Es importante que, cuando acudamos a este tipo de drogas, lo hagamos en bajas dosis. O, incluso, cuando vamos probarlas estando solas o solos, estando en situación de masturbación, también revisemos esas cantidades. Ahí podemos masturbarnos y ver el efecto. Y si vamos a estar con alguien, que sepamos cuál es el efecto que le produce el cannabis a esa persona. Y, obviamente, no hay que cambiar las dosis que le suelen sentar bien a una persona en un encuentro sexual”.
TRES. ¿Hay productos recomendables para el sexo que estén basados en el cannabis?
“En Argentina, se están empezando a hacer pruebas (e incluso ya hay alguno en el mercado) de un lubricante a base de cannabis. Lo que produce es una relajación. Es para uso en vulva o vagina y lo que hace es generar como un calor y, depende de la persona, también ayuda a estimular la llegada al orgasmo. Hacerlo más fuerte”.
CUATRO. ¿El porro puede alterar nuestro consentimiento?
“Tengamos en cuenta que en una relación sexual está el tema del consentimiento. En el antes y en el durante están presentes el tema de los cuidados de las enfermedades de transmisión sexual y de los embarazos no deseados. Por ahí uno puede estar con los sentidos alterados. Por eso es importante saber con quién va a estar uno y cuál es el efecto que le causa el cannabis a esa persona. De nuevo, el tema del consentimiento es muy importante. Porque si estamos bajo el efecto de cualquier droga que haga que nosotros no podamos dar un consentimiento explícito, o estamos con una persona que ha consumido, ya sea nosotros que no podemos dar el consentimiento o la otra persona que no esté en su sano juicio, es preferible no tener relaciones. Una cosa es que uno, con dosis baja, lo haga como una exploración sexual y otra cuando no podemos dar consentimiento”
CINCO. ¿Cuáles son los beneficios del porro a la hora de tener sexo?
“Se hicieron investigaciones y encuestas. Las personas que han probado dicen que mejora la calidad y la cantidad de las relaciones sexuales. Y también impacta en lo que tiene que ver con la cantidad, que está más relacionado a la satisfacción durante la excitación y también al orgasmo. Esto tiene que ver porque hay una zona del cerebro, que es una zona implicada en el proceso de excitación y orgasmo, que cuando uno consume cannabis se estimula también esa zona. Se relaciona directamente. Además, el THC y el CBD son vasodilatadores, así que también son importantes por eso”.