Mirar la herencia simbólica de las diosas antiguas nos ayuda a comprender quiénes somos. Uno de los relatos más importantes para nuestra identidad es el de la diosa Lilith, la primera esposa de Adán. Expulsada del Paraíso por no acatar la sexualidad patriarcal, quedó asociada a la serpiente que tienta a Eva con la manzana.
Esta historia tuvo sus consecuencias alusivas para todas: obligadas a ser madres antes que mujeres o censurar cualquier forma del placer. En el mito de Eva y Lilith se unen símbolos femeninos muy poderosos, como la serpiente y la manzana roja.
Hoy te propongo rescatarlos a través de un ritual para reunirlas ya no como dos mujeres antagonistas y disociadas, sino como lo que siempre fueron: una misma mujer.
- ¿Qué necesitás? 11 manzanas rojas, 10 velas blancas , pétalos de rosas rojas, aceite de oliva, incienso de canela (reina de la noche o natural), 1 cuchillo para pelar frutas, música suave (preferentemente tántrica) y una pequeña manta para sentarte en el piso.
- ¿Cuándo hacerlo? Un viernes con la salida de la primera estrella.
¿Cómo hacerlo?
Te sugiero que lo realices desnuda o en ropa interior.
1. Colocá en el suelo 10 manzanas rojas formando un círculo grande. Intercalá una manzana con una vela blanca y encendelas. Esparcí los pétalos de las rosas dentro del círculo.
2. Encendé los inciensos y colocá un poco de aceite de oliva en tus manos. De pie en el centro del círculo, comenzá a recorrer todo tu cuerpo con las manos. Dejá que se esparza bien, animate a tocar cada rincón. Cuando lo sientas, comenzá a moverte dentro del círculo, dejate llevar por el ritmo de la música, la vibración, dejate erotizar.
3. Imaginate que sos Eva, ¿cómo se movería, qué haría? Ahora imaginá que sos Lilith, ¿cómo se movería, qué haría? Sentí cómo las dos entran en tu cuerpo, se reúnen en vos. Soltá la voz, dejá que salgan sonidos, gemidos, gritos. Girá, mové las caderas. Sos hermosa, sos sensual, sos poderosa, sos Lilith, sos Eva. Si sentís ganas de masturbarte, hacelo. Si no, también estará bien.
4. Cuando tengas ganas, colocate sobre la manta en el centro del círculo. Sentada con las piernas en flor de loto, tomá la manzana roja que faltaba entre tus manos y observala unos instantes. Agradecele a Eva y a Lilith por este fruto poderoso.
5. Luego, visualizá el poder de tu sexualidad. Vas a imaginarte plena, una mujer feliz, sin miedo a ser ella misma, que desea sin culpa y que ya no rechaza su cuerpo.
6. Pelá la manzana de una sola vez en círculos para que te quede la cáscara con forma de serpiente. Reservala y, con mucho placer, comé esa manzana. Quedate en silencio unos minutos y poco a poco sentí cómo Lilith y Eva se duermen dentro de vos.
7. Apagá las velas y desarmá el círculo. Las manzanas del ritual pueden consumirse a lo largo de los días. La cáscara, en cambio, deberá ser enterrada en la tierra de una maceta o de un jardín. Esa cáscara simboliza tu piel, la piel de la serpiente, la piel de la mujer que ha sido transformada en el ritual.