El “chip sexual”

Le dicen chip sexual pero en realidad es un pequeño implante subcutáneo que se coloca cerca de la cintura y va liberando testosterona, el mismo no está aprobado en Argentina por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) porque aun no están realizadas las pruebas para demostrar que sea efectivo.

fuente: perfil

 

Funciones de la testosterona

 

La testosterona es una hormona que está más presente en los hombres pero también se encuentra en las mujeres. El nivel disminuye naturalmente con la edad, se estima que un 2 por ciento al año a partir de los 30-40 años, pero también puede bajar por algún porblema en los testículos, trastornos genéticos, enfermedades hepáticas o renales, abuso de alcohol o tratamientos como la quimioterapia.

En el caso de los hombres la disminución provoca pérdidas en la erección, reducción de espermatozoides, osteosporosis, falta de tonificación muscular, entre otros. En las mujeres está más relacionado a la falta de líbido  y baja lubricación en lo sexual y también a cuestiones como la tonicidad.

 

 

¿Cuándo deberíamos acudir a tratamientos con testosterona?

 

Según la sexóloga Viviana Wapnarsy, es muy importante no someterse a este tratamiento si no necesitás testosterona porque puede desequilibrar tu funcionamiento normal. La licenciada recomienda que siempre que uno tenga alguna problemática relacionada con la sexualidad acuda a un especialista para realizarse estudios médicos y determinar si las mismas están relacionadas con factores orgánicos y psicológicos o sólo psicológicos, una vez realizados el médico va a recomendar una terapia con un sexólogo o una mixta en la que haya un sexólogo y también esté la parte por ejemplo hormonal en el caso de que el problema esté relacionado con la falta de testosterona.

“En la mayoría de los casos no funciona realizar solo la terapia hormonal porque las problemáticas sexuales involucran factores psicológicos también” adelanta la licenciada.

 

Factores psicológicos y el placebo

 

“Es muy importante entender la implicancia de los factores psicológicos en lo relacionado a la sexualidad porque siempre se están buscando recetas mágicas para resolver temas sexuales pero la mayor parte de los mismos están relacionados a problemáticas psicológicas y no orgánicas, así que es fundamental que comuniquemos sin alentar a que si tenés falta de deseo te coloques un implante” explica la licenciada Francesca Gnecchi, periodista especializada en sexualidad y género.

Wiñasky adelanta que a las mujeres que les funciona este tratamiento seguramente es porque tengan baja la testosterona, algo que sucede sobretodo en la etapa de la menopausia. El mismo también funciona como un placebo en el que hay cierto grado de manipulación psicológica, haciendo creer a la persona que está haciendo algo para recuperar la líbido.

“Colocarte el implante puede ser muy frustrante para las personas que creen que es la solución a la falta de deseo por ejemplo, porque la líbido tiene mucho que ver con cuestiones relacionadas al estrés, la autoestima, la angustia y en muchos casos a la pareja así que por más que hagas un tratamiento con testosterona no vas a resolver el problema. Siempre recomiendo no tener miedo a ir a un sexólogo porque éste no sólo va a analizar las cuestiones orgánicas sino también todos los otros factores relacionados a la baja del deseo u a otras cuestiones” recomienda Francesca Gnecchi

 

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