Salimos en Ohlalá Mayo!!!

Les compartimos la nota que hizo Francesca, directora de Erotique Pink, para la revista Ohlalá!

Inmersa en todo lo referido a la sexualidad, investigando y conociendo a personas con diversas historias referidas al placer de las relaciones íntimas, me encuentro con que Japón es el país en el que más creció la industria de la sexualidad, en todo sentido, desde robots con los que se puede mantener una relación “casi” real, pasando por sexshop de siete pisos, salas de masturbarsión y todo lo que se puedan imaginar.

 

Y me fui de viaje al lugar más loco

 

Enloquecida con ese desarrollo y pensando en todo lo que podía encontrar en ese lugar, planeé un recorrido erótico por Tokio, agarré mi valija, a mi pareja (que por supuesto no se negó a acompañarme!) y nos fuímos dispuestos a tener una aventura por una ciudad a la que siempre vimos como lejana, distinta y fascinante.

 

Viendolo desde afuera todo me hacía pensar que Japón era la ciudad de los fanáticos del sexo, pero al conocer mejor a las personas y poder hablar con ellos, pude descubrir que la creciente industria del porno está totalmente emparejada con la baja de las relaciones sexuales tradicionales.

 

 

El país en el que menos sexo tienen las parejas

 

Si estabas pensando en que este año lo hiciste pocas veces, no te imaginás mi reacción cuando me enteré de que más de un tercio de la población no hace el amor, es por eso que la mayoría de los japoneses son llamados “sexless”.

 

 

 

Según una encuesta realizada este año por la Asociación Japonesa de Planificación FamiliarJapón tiene uno de los índices de natalidad más bajos del mundo temen perder un tercio de la población en 2060

 

Los números no mienten: más de un tercio del país dejó de hacer el amor. El 47,2% de las parejas aseguran directamente no mantener relaciones sexuales y las razones son variadas: Más del 22% de las mujeres encuestadas afirmaron que encuentran el sexo “problemático” y el 35% de los hombres justifican la falta de sexo con el exceso de trabajo.

 

 

 

El país con mayor crecimiento de la industria del sexo

 

 

 

Mientras el sexo convencional entre parejas continúa en declive, la industria del placer crece a pasos agigantados. Es que los japoneses se rehúsan a mantener relaciones entre ellos pero de ninguna manera han renunciado al placer. ¿Cómo es esto? Se ha formado toda una industria dirigida a satisfacer sus necesidades de múltiples, originales, muy creativas y poco usuales formas:

 

 

Las famosas“video box”son cabinas de video donde los japoneses concurren para ver películas eróticas y masturbarse. Muchas veces alegando de conseguir más tranquilidad en estos espacios que en sus casas, otras veces solo por gusto, pero sin duda estos espacios son furor en Japón.

 

Los sexshop de 7 pisos! Si, en el famoso barrio de Akihabara podés encontrar estos mega edificios dedicados a la tecnología del placer, pero a diferencia de los sexshop que todos conocemos, en estos hay pisos prohibidos para el acceso de mujeres, espacios dedicados a animés con poca ropa, muchos videos explicativos para cada toy y todo lo que puedas imaginar para el disfrute.

 

Así como hay espacios prohibidos para nosotras, también encontramos un lugar prohibido para ellos, y es Love Piece Club la única boutique erótica exclusiva para chicas. Su fundadora, Minori Kitahara, creó un paraíso para que las japonesas también puedan experimentar su sexualidad de una forma cómoda y sin miedo a estar siendo observadas al comprar sus juguetes.

 

También podemos encontrar juguetes eróticos en los supermercados, pasando a través de una minúscula cortina transparente hay espacios integramente dedicados a exhibir objetos sexuales para hombres y para mujeres mezclados entre las tradicionales góndolas de bebidas o de teconología.

 

 

Masturbarse es cool

 

Y los japoneses no solo son fanáticos de los animés, de las marcas de lujo, y de los disfraces, al parecer es una cultura que desarrolla muchos fanátismos y uno que me llamó la atención fue el del amor por una marca de juguetes sexuales para hombres, Tenga es la primer empresa japonesa que nació desarrollando juguetes no vulgares solo para hombres y cautivó la atención a partir de los inusuales packagings que van desde huevos dentro de una huevera, pasando por cápsulas que llevan dibujos por ejemplo del mundial, del gay day, de gatitos entre otros.

Esta marca logró que la masturbación sea algo cool haciendo que los hombres lleven gorras, remeras, colecciones los packagings de la marca y hasta usen tazas para el té con alusión al tema.

Los celulares se convierten en médicos:

Esta misma marca, pensando en los problemas de fertilidad de los jovenes japoneses, desarrolló una lupa donde el usuario pone unas gotitas de semen y conecta la lupa al celular y puede saber en minutos y en su casa si su semen es sano.

 

 

 

 

Los Sexys Host

Otra variable que tienen las japonesas en Tokio, son losHost Clubs. Se trata de bares donde las chicas pueden beber un trago en compañía de camareros muy sexys, los “Host”.El trabajo de estos hombres es  responder a todas las necesidades de una mujer, escuchar sus problemas, coquetear y , según afirman, levantarle la autoestima a sus clientas.

 

Reglas del juego:Cuando la clienta, que generalmente oscila entre los 20 y 60 años, llega al bar, se le da un catálogo con fotos de cada chico donde pueden elegir el Host que más le guste.

Pero todo tiene un precio y los Host no son nada baratos.Las clientas deben hacerse cargo de las bebidas que consuman tanto ellas como los camareros, pero además, estos chicos están acostumbrados a recibir todo tipo de regalos de estas mujeres: relojes con diamantes, autos de lujo, departamentos…

Lo mismo pasa en el Butlers Café, restaurante-bar, que lleva abierto desde el año 2006, donde atienden mayordomos sexys, que se desviven por servir a sus clientas, haciendo todo lo que esté a su alcance para complacerlas.Además de la charla, el servicio incluye la posibilidad de posar junto a la clienta en una fotografía que después se llevarán impresa.

 

 

Algunas excentricidades

 

En diversos barrios de Japón podemos encontrar locales en donde los hombres concurren para que una mujer les limpie las orejas, si! sólo eso; otros espacios para dormir la siesta en cucharita y hasta bares en los que se pueden probar vibradores.

También es común ver a mujeres usando disfraces sexys por las calles de Tokio.

 

 

 

El futuro del sexo:¿ los robots y las muñecas de silicona?

 

Otra de las cosas que me llamó la atención en Japón son las muñecas de siliconas y lo reales que parecen. Las mismas pueden llegar a costar 6 mil dólares y algunas pueden reirse y jadear. Algunos japoneses no solo utilizan a las Love Dolls como la típica muñeca inflable, sino que relamente pasan a ser parte de la vida de ellos. Los fans van más allá de lo que uno se imagina: Desde comprarle diversos looks, pasando por llevarlas de paseo, prepararles la cena y hasta enamorarse de ellas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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